Hay innumerables maneras de alcanzar la gloria olímpica. Abrir caminos para la participación equitativa de las mujeres en el deporte de alto rendimiento, poner a prueba la historia y cuestionar los mitos establecidos en torno a los cuerpos femeninos, son victorias equiparables a subir al pódium y colgarse una medalla. Llegar hasta la cima del mérito deportivo ha representado, para las mujeres, escalar peldaños obstaculizados por paradigmas sociales y roles de género presentes alrededor del mundo. Hoy celebramos a una delegación olímpica mexicana representada en su división femenil con 52 plazas y 66 deportistas. Gran parte de estas atletas acuden por primera vez a unos Juegos Olímpicos, otras más enfrentan otra prueba en sus ya exitosas trayectorias deportivas. Hoy es fundamental dar cuenta de la diversidad de las mujeres mexicanas que con su esfuerzo y trabajo diario han conseguido su clasificación a la máxima justa deportiva. Es momento de reconocer a aquellas mujeres que por medio de su cuerpo en movimiento han encontrado una manera de conquistar su libertad.
En estos Juegos Olímpicos destacan participaciones históricas en ramas femeniles para la delegación mexicana. Son hitos forjados por auténticas pioneras en sus disciplinas, quienes a base de constancia dan un primer paso para abrir el camino que seguirán construyendo las próximas generaciones. Tokio 2020 es la primera justa olímpica en la que México participa con más categorías femeniles que varoniles. Además, es la primera ocasión en que atletas mexicanas nos representen en sóftbol, gimnasia rítmica y de trampolín, canotaje slalom, lucha olímpica y box. La variedad de disciplinas en las que las atletas nacionales participarán es tan sólo una muestra de la diversidad de habilidades y capacidad de adaptación de los cuerpos de las mujeres.
Alexa Moreno (Foto: Iván López)
México tiene, por primera vez, representantes en todas las modalidades de gimnasia. El mundo será testigo de la agilidad y presencia de Alexa Moreno en all around, quien llega a su segunda justa olímpica después de haber conseguido logros importantes como la medalla de bronce en el Mundial de Gimnasia Artística 2018; también de la destreza y elegancia de los movimientos de Rut Castillo, la primera mexicana en lograr clasificar en la disciplina de gimnasia rítmica, y de la fuerza y dinamismo de Dafne Navarro en gimnasia de trampolín, cuya preparación para estos Juegos Olímpicos seguramente traerá grandes satisfacciones.
Selección Mexicana de Sóftbol (Foto: Mexsport)
El deporte de conjunto en su rama femenil busca regresar a México con su primera medalla en la historia, pues el equipo de sóftbol parte como uno de los más fuertes de esta justa olímpica. Entre sus integrantes se impone un espíritu cooperativo y el deseo por alcanzar objetivos en común. Por lo tanto, su participación desafía el falso y dañino mito de que la colaboración entre mujeres es problemática. Nuestro equipo de sóftbol, en su pluralidad cultural, será uno de los mejores ejemplos de que la mejor aliada de una mujer puede ser otra mujer.
Tokio 2020 es también un escenario ideal para pasar por encima de aquel estereotipo de feminidad que se nos ha impuesto. La fuerza, el coraje y la rudeza acompañarán a nuestras boxeadoras y a nuestra luchadora. Esmeralda Falcón demostrará la fiereza que le otorgó el sobrenombre de “Pantera” en la categoría de los 60 kg., mientras que Tamara Cruz se encargará de poner en alto el nombre de su natal Mazatlán cuando compita en la categoría de los 69 kg. Por otro lado, el arte de la lucha olímpica encontrará en Jane Valencia una poderosa contrincante en la categoría de los 57 kg., pues la jalisciense buscará colgarse una medalla tal como lo hizo en 2015, cuando obtuvo la plata en los Juegos Panamericanos de Toronto.
Esmeralda Falcón (Foto: Luis Robayo/GettyImages)
Finalmente, el canotaje slalom tendrá a la primera representante mexicana en llegar a los Juegos Olímpicos. La veracruzana Sofía Reinoso será la encargada de dar su máximo esfuerzo para conseguir una destacada participación en el deporte del kayak en su modalidad de una plaza (K1).
Todas estas Campeonas ya tienen un lugar seguro en la historia. Son pioneras en cada una de sus disciplinas. En Tokio 2020, el deporte femenil mexicano vivirá un capítulo fundamental, pues las plazas conquistadas por las atletas son las más numerosas en la historia del país. Se menciona con frecuencia que el deporte es un reflejo de nuestras sociedades, sin embargo, en ocasiones resultan ser una inspiración para mejorarlas. Lamentablemente las condiciones de equidad para las mujeres en México no lucen tan alentadoras como el deporte olímpico nos podría hacer pensar, pero la conquista de estas plazas debe convertirse en un aliciente que fortalezca la participación de las mujeres en la vida pública. En el contexto de un país en el que la violencia por razones de género se encuentra en un punto crítico, poder ver competir y triunfar a las atletas mexicanas manda un mensaje imprescindible: las mujeres somos capaces de imponernos a cualquier desafío, con nuestro cuerpo como una de nuestras múltiples herramientas. Nosotras festejamos su grandeza, su paso fuerte por la historia del deporte y les deseamos muchísimo éxito.